by Lisa Haney

lunes

TRES POEMAS de LEÓN PEREDO

donde más te amo es acá
bajo mi pera
donde no llega la maquinita de afeitar
o llega y lastima 
también acá entre los dedos de mi pie derecho es
sin duda
donde más te amo
y te amo sobre todo en los asientos vacíos de los trenes
en el vuelo octogonal de los heliotropos
en la ventana abierta de los baños de hotel
y en esos puntos suspensivos que deja el sol cuando
se pone de costado
te amo acá justo encima del lunar que llevo en la pierna
ahí me dolés a gritos cuando de pronto la noche se desvela
y no estás a mano para aporrear las sombras
donde más te amo es en las ruedas de los ferrocarriles
y en las mesas desvencijadas de los cafés de Alcorta
te amo más que nada en el verde filamento de mi risa
y en las cornisas de los silencios cuando te marchas
donde más te amo es en las relojerías
y en los codos y en las manos
donde más te estoy amando es sin duda
acá, sobre mi boca, cuando acaba el día
y llegás desnuda a dormirte acurrucada sobre ella/



*****

quiero que al mundo conmigo
te vengas girando
que dejes hojas rojas en cada pie
y de una sola baldosa el azul hilo del viento
tu azul cabello tus estrellas azules
mira, no necesitamos gran cosa
una mochila apenas con frutas y libros
un par de bolsillos cargados de tus ojos
qué alegría más mundial que al mundo
te vinieras conmigo y me enseñaras geografía
sobre una pizarra de besos
y te mostrase cómo son en realidad los balidos
que las palabras hacen cuando se desbocan
venite al mundo conmigo dejo los picaportes a mano
los grifos abiertos
mi boca, mis libros, mi papel picado al viento
toda esta alegría de tablas y de luces
a qué hora se dará vuelta el cielo
que te vengas al mundo
conmigo/



*****

cómo te parecés de pronto a esta hojita de laurel
a estos carbones aún vivos
a esta nieve roja, a estos lápices que acumulo sobre mi escritorio
a esta viga que atraviesa el techo blanco de mi casa
a la ropa doblada en los cajones del armario
a las conservas en el bajomesada y a este botiquín de primeros auxilios
cómo de pronto los picaportes y las persianas y la elevada llovizna
y el agua que hierve en el caldero sobre la cocina y el humus
en la maceta, cómo te parecés de golpe a los colegios de martilleros
y a los hombres que arrojan sus redes en el mar
y a la mujer que espera la llamada de su madre, sentada al borde de
la cama, con los ojos cerrados y las manos abiertas de par en par
cómo si de pronto sos esta silla desvencijada sobre la que me quedo
mirando cómo el universo es un anillo azul cerrándose sobre mi alma
y cómo te parecés de pronto a vos
y un poco a mí
y a esta alegría de morder tu boca gris en un mendrugo de pan/



León Peredo

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